Verdad a tres líneas

- ¿Y quién eres?
- Un perfecto extraño... ¿Quién eres tú?
- No el mismo, pero sí lo mismo.

Conversación con el espejo

-¿Y despertaré?
-Despertaremos
-¿Cuándo?
-No sé, nunca lo hemos hecho.
-¿Hasta dónde llegaré?
-Aquí y allá, quizá un poco más.
-¿Y por qué?
-Pues porque sí, ¿por qué más?
-Entonces dime: ¿en qué momento?
-Ya te dije: siempre y nunca
-¿Y si juzgo al precipicio?
-¿Y si erras, como siempre, tu juicio?
-¿Qué sabrás, tú, de la verdad?
-¿Cómo sabes que hay verdad?
-No es posible tanta mentira
-Más que posible, yo diría.
-¿Bueno dime, entonces, de qué estamos hechos?
-De nosotros, sobre todo de los otros.
-¿Y así, se puede vivir?
-Sólo así se puede vivir.
-Sigues sin hablar claro, ¿estamos vivos o discurrimos en un sueño?
(Y el otro guardó silencio)

(La conversación siguió hasta que se acabó el tiempo)

(Al final sólo se alcanzó un susurro de sus últimas palabras):
- ¿(...) hasta de melodías?
- (Y tras un suspiro y una risa) Sólo de melodías. Las más hermosas y las más punzantes melodías.

Aglutinación de miento

Un desfiladero
de noches largas
que a la larga
y sin temerlo
restarán días de mi vida.

Un tremendo sueño
de realidad realizada
como ilusorio dueño
de mi desgastada alma.

Un signo de gramática
de tres silencios seguidos
que precipitan algún posible sonido
o un mutis indefinido.

Y una lluvia de pedacitos
granos de arena y gotas de rocío
carmesí enlodado
de lágrimas, sangre y corazones quebrados.
O una canción que tarareo
al compás de los encuentros
que el mundo sigue en pie
y mi sueños sólo destilan veneno.

Sólo una cosa

Me tardé casi veintidós años en darme cuenta qué es lo que quiero hacer...

Pero sólo una cosa agita mis cuerdas hasta dejarlas sin forma
y sólo una cosa desgarra todo pensamiento, toda cordura, toda razón
y deja puro sentimiento
sentimiento puro
que brota de mí, destiladero.

Arte.

Qué será

¿Qué será de mi destino

si la lanza se lanza a ciegas y sin filo?

¿Qué será de lo que viene

si no entiendo, no entiendes y nada se siente?

¿Y qué será de nosotros

si para ti siempre fueron otros, siempre otros?

Alquimista

Estos engranajes que giran hacia el mismo lado, que truecan toda marcha porque no se han encontrado. Una maquinaria que se deshace a sus tornillos, a sus fierros, a sus puntos, a sus hilos.
Argamasa de piel y carne, de lodo y tierra, de sal y cal, de agua y sangre. Y después del destilado, cianuro gota a gota y arsénico a puño y puño; veneno cristalino.
Y esto no funciona. Daña y no funciona. Se retuerce y no funciona. Se quiebra y no funciona. Fundido y no funciona. Molido y no funciona. Digerido y no funciona. Amado y no funciona.

(No) Es mejor (no) (estar) solo.
Porque (o por qué)
(Me) sigue ardiendo tu ausencia....

Esa inmensidad de tanta vacuidad:
Hueco sobre hueco,
Falta sobre falta,
Ausencia sobre ausencia,
Nada sobre nada.

Habré de atarte a mis entrañas y clavarte
mil de mil y
mil por mil
en mil
más mil
de mil
con mil
(y sin mí)
de alfileres redondos.
Y muera tu imagen
Y muerta esa imagen
Ya muera la imagen
Ya muerta esta imagen
Quizá moriré.

Vislumbré la eternidad
alcancé lo más loable
y decidí ocultar el logro
porque ya no sé si puedo amarte.

Estos pasos a tu espalda

Las delgadas líneas que las siluetas de tus dedos crean,
se enredan en una eterna madeja de sombras,
se pelean por separarse, por encontrase, por liberarse todas,
se dilatan y se afilan por encontrar una boca.

Y los sutiles perfiles del contorno de toda tu silueta
su desfile que enfrenta tu presencia con tu ausencia,
y la luz que se niega a opacarse en tu presencia,
estos ojos que te ruegan me mires por clemencia.

Estos pasos que destilan a tu sombra
que persiguen el origen de tus huellas
ya no más la mirada a tu espalda,
ya no más un horizonte interrumpido por tu forma,
habré de trazar en este nuevo plano una infinidad de estelas,
porque tanta ignorancia de tu parte ya me escalda.